Swtzer dijo que el pensamiento estratégico provee información que da a una organización una visión interna de dónde está y a dónde necesita ir, para cumplir satisfactoriamente una misión en un ambiente que cambia continuamente. Mientras más plazo de ejecución tenga una organización para considerar las nuevas tendencias, existe mayor oportunidad de impactar o dar pasos para mitigar el impacto adverso de estas tendencias en la organización. Mencionó que en el sector privado, por ejemplo, los inversionistas quieren el crecimiento de las compañías. Las compañías que fracasan en su crecimiento pierden pronto a sus inversionistas, lo que las obliga a pensar en nuevos métodos.
El pensamiento estratégico puede ser llevado a cabo por cualquier persona, pero son los altos ejecutivos quienes marcan las pautas. Si ellos se cierran al concepto del pensamiento estratégico o creen que solamente ellos pueden hacer, según Switzer, el pensamiento estratégico no tendrá cabida en los subordinados de una organización.
El plan estratégico requiere una mente abierta, curiosidad por preguntar y disponibilidad para sintetizar una amplia variedad de información provenientes de diferentes campos. Esta predisposición debe cobinarse con la experiencia, lo cual juega papel de gran valor en el pensamiento estratégico. También habló de la visión, como el arte de mirar las cosas invisibles. Una imagen ideal y única del fururo.