miércoles, 1 de julio de 2009

DISCURSO DE ORDEN POR LOS 24 AÑOS DE CREACION, Ingeniero Saúl Lara, rector

La Universidad Tecnológica Indoamérica celebra sus veinte y cuatro años de existencia. Para algunos, los años son el peso de la noche. Pero para esta institución, los años son el impulso que recibe de la historia. Y por ello la Universidad requiere libertad para ir a todas las materias y que… su norte debe ser Ecuador y las necesidades de su pueblo. Su método es la libertad amplia, sin limitaciones, para avanzar en que la razón nos empuje a vivir mejor. Que sea la propia razón la que nos ayude a superar sus limitaciones, sin dogmas o prejuicios que la encierren o limiten.

Un nuevo aniversario de Indoamérica, es una ocasión para reafirmar los métodos y los objetivos de la Universidad: libertad y amplitud, interés por los problemas nacionales y la decisión de aplicar a ellos lo mejor de nuestro espíritu, con las herramientas esenciales de la reflexión, el conocimiento, la crítica y la creación, que nos empeñamos en ejercer con los requisitos más altos de excelencia.

Pero reafirmar esta vocación no consiste solamente en reiterarla como acto consuetudinario: debemos nombrar los desafíos del país y de la universidad, al igual que los requerimientos que tales desafíos involucran en el presente, y hacernos cargo de ellos con visión de futuro y firme voluntad.

PRINCIPAL DESAFÍO: LA EDUCACIÓN

El mayor desafío que enfrenta el país, es la educación. Éste es el tema estratégico nacional de mayor relevancia en el presente, y está claro que esta significación no disminuirá en el futuro, sino todo lo contrario. Es el principal tema estratégico, porque toca directamente a las condiciones de posibilidad del desarrollo nacional. Más aun, es preciso subrayar que en la educación se juega esencialmente la construcción de la sociedad en su conjunto. La educación es una responsabilidad del hombre para el hombre, es la responsabilidad de inscribir valores y principios que, traducidos en propósitos, orientan la vida y señalan la misión del hombre y su futuro.

En la educación no se trata sólo de formación de capital humano para el mercado. En ella trabajamos con el tejido más delicado que nos constituye: trabajamos con la inteligencia, el deseo, la incertidumbre, la imaginación, la esperanza. Y no debemos olvidar que no sólo buscamos riqueza en bienes, buscamos riqueza en humanidad. La educación es, pues, en la escuela de la vida, una responsabilidad ineludible para lograr la justicia, la igualdad, la libertad, la paz y la solidaridad entre los seres humanos.

Todos los hombres tienen la responsabilidad de aprender. El aprender no cesa mientras el hombre vive. No puede perdurar la libertad a menos que venga acompañada de una ilimitada adquisición de conocimientos y experiencias. No puede sustentarse la verdad en los asuntos humanos sin el constante aprender y reaprender. La paz es improbable si no existen permanentes oportunidades para aprender. El mundo de la ley y la justicia que anhelamos no puede ser realidad si no hay aprendizaje. Estos propósitos, que se remontan a los atenienses, hace veinticinco siglos, constituyen la declaración de fe más auténtica sobre la responsabilidad irrenunciable del Estado y la sociedad en la educación. Y esta declaración de fe no es otra cosa que el humanismo que inspira a la educación y a todo quehacer del hombre a favor de ella. La educación es humanismo, es la Humanidad que marcha en pos de un mundo mejor para el mañana.

El problema real no consiste en la capacidad o incapacidad del hombre para asimilar las adquisiciones de la cultura humana, de hacerlas accesibles a su individualidad y de contribuir al progreso con su aporte. El problema real consiste en que todos los hombres y mujeres, sin excepción, tengan la posibilidad de caminar por el camino del desarrollo sin limitaciones, que es precisamente el gran objetivo de la Humanidad progresista.

Es responsabilidad del Estado luchar por la mantención y desarrollo de los principios y grandes ideales de libertad, igualdad, tolerancia y respeto a la persona humana, pues en ellos se encuentra la auténtica democracia y, consecuentemente, ellos serán traspasados a las generaciones a través del proceso educativo. De allí que sustentemos que la educación como propósito deliberado aspira a la realización plena de las potencialidades del ser humano, se basa en los principios de la democracia y asegura su vigencia en lo personal y en lo social. Democracia y educación son términos interdependientes, no pueden entenderse en plenitud aisladamente. En su doble sentido, como estilo de vida y como sistema de organización política y social, la democracia constituye una estructura dinámica y progresiva que se renueva constantemente gracias al poder de la educación. De aquí también que la escuela, como órgano de educación, debe ser definidamente democrática en sus fines y sus medios.

De estas observaciones se desprende que uno de los serios déficits de nuestro sistema educativo es la insuficiencia del debate en torno a los objetivos estratégicos de éste y en torno a las alternativas de solución. El tema de la educación vuelve, una y otra vez, a convertirse en un campo de litigio demasiado marcado por intereses sectoriales que, sin perjuicio de la cuota de legitimidad que puedan tener, en el afán por hacerse valer, terminan eclipsando lo que debe estar en el centro y poniendo en su lugar falsos dilemas, como el de la libertad de enseñanza versus el derecho a la educación.

La educación no sólo es un desafío del país, también lo es para la Universidad del Ecuador. Y en este sentido, la Universidad, además de proponer medidas al país para mejorar la educación, puede “hacer” contribuciones concretas con este propósito. Y ésta es una voluntad principal que anima a mi Rectorado: educación de excelencia, acceso con equidad.

LA NUEVA INSTITUCIONALIDAD

Este nuevo aniversario encuentra a la Universidad del Ecuador enfrentando otro desafío trascendental: la instalación plena de su nueva institucionalidad, con la creación de una nueva ley orgánica de Educación Superior, Desde este punto de vista, la esencia misma de la nueva ley debe radicar en visualizar la Universidad como una sola gran unidad, una mirada que se complementa con la necesaria preocupación que le cabe al Consejo Superior.

Este año se ha promulgado el nuevo estatuto y, junto a este hecho trascendente, han ocurrido grandes innovaciones administrativas consiguiendo así fortalecer nuestros activos de la Universidad, el mismo que ha superado los ocho millones de dolores americanos, para así poder solventar las necesidades de los estudiantes que superan los doce mil. Y un capítulo aparte requiere el anunciar que ya se está construyendo el segundo campus en la capital de la república, el mismo que tendrá un costo que supera los tres millones de dólares y que pretende ser una estrella en el norte de quito, el diseño y la construcción se ha encargado a profesionales de muy alto nivel, con orgullo son ambateños, como el Arq. Santiago Suarez y el Ing. Nicolás Vayas. La construcción es con estructura metálica y nuestra aspiración es terminar para el inicio del próximo periodo académico.

EL PROYECTO DE DESARROLLO INSTITUCIONAL

Los Departamentos de Investigación, de Autoevaluación, Procesos y Desarrollo Organizacional están indisolublemente ligados al Proyecto de Desarrollo Institucional de la Universidad, donde se definen tanto las políticas y estrategias como los objetivos y metas conducentes a su cabal cumplimiento.

El Proyecto reafirma la misión de la Universidad explicitada en los estatutos, su compromiso nacional y su excelencia académica, y en seguida ofrece tanto una visión de futuro para la Universidad como una contextualización en el escenario externo.
En su parte medular establece ocho grandes objetivos estratégicos, que se plantean como una aspiración a lograr su reconocimiento por parte de la comunidad nacional e internacional. Los objetivos hacen referencia a la integración transversal de la Universidad; a sus cuerpos académico y estudiantil; a sus tareas de investigación, creación y formación de postgrado; a su efectiva interacción con el conjunto de la sociedad ecuatoriana; y a su gestión económica. El Proyecto realza acciones que propone para ordenar el camino a la consecución de los objetivos estratégicos. Estas acciones, a su vez, están vinculadas a indicadores de desempeño y criterios de evaluación que permitirán monitorear el quehacer de la Universidad actualizando nuestro diagnóstico interno. En el marco de este Proyecto de Desarrollo, esta rectoría se ha fijado tareas concretas relacionadas con los siguientes ejes principales: mejoraremos nuestra propia gestión institucional; competiremos en las grandes ligas de calidad; profundizaremos el aporte al desarrollo científico y tecnológico; y mejoraremos nuestro aporte a las políticas públicas.

Nos proponemos potenciar la investigación científica y tecnológica y la creación de calidad en la Universidad, facilitando la colaboración inter facultades con el fin de generar proyectos interdisciplinarios con mayor capacidad de resolver problemas nacionales. Del mismo modo, incentivaremos la colaboración de los investigadores de la Universidad con empresas del sector productivo, para introducir conocimientos en sus procesos y productos, contribuyendo al esfuerzo que las empresas deben realizar en innovación.

De igual modo, nos proponemos que la Universidad se abra a la comunidad, converse con la ciudadanía, opine sobre opciones existentes o plantee otras nuevas. Nadie prende una luz para ponerla bajo un canasto, dice el Evangelio. La Universidad tiene estudios, opiniones, convicciones y propuestas con las que puede y, a mi entender, debe participar con la ciudadanía sobre la búsqueda del desarrollo en sus más amplias acepciones. La Universidad tiene mucho que aprender en este esfuerzo. Pasar de buenas ideas a políticas posibles es algo que me compromete a esforzarme más.
Nos hemos comprometido a efectuar una profunda modernización de la gestión institucional. Y continuamos con la reingeniería de procesos en los organismos y servicios centrales de la universidad, y la medicina empezó por casa, por las unidades dependientes de la rectoría. Para lo cual nos hemos preparado. También hemos iniciado un proyecto sobre la gestión y administración de infraestructura y de bienes raíces, para mejorar el uso del patrimonio universitario y ver las opciones de reconversión de activos para el más efectivo desarrollo académico.

Además, la Universidad ha iniciado un proceso de auditoría continua y asesoría legal permanente destinado a examinar sus procesos y controles administrativos con vistas a hacer público sus estados financieros en todos los años, y a incorporar las mejores prácticas en su sistema de gestión administrativa, financiera y contable.

DESARROLLO DEL CUERPO ACADÉMICO

Un cuerpo académico robusto, trabajando en condiciones que faciliten y estimulen el desarrollo de sus capacidades, es la base para que la Universidad se proyecte como una institución de reconocida calidad internacional. Ello permite atraer alumnos talentosos, acceder a proyectos de impacto, tener éxito en concursos competitivos, y participar propositivamente en las políticas públicas nacionales.

En consonancia con los objetivos estratégicos señalados en el Proyecto de Desarrollo Institucional, generaremos las políticas y los mecanismos que permitan un adecuado desarrollo de los recursos humanos académicos. Las ideas que sustenten tales políticas y mecanismos no debieran ser vistos como una amenaza ni una ofensa a la trayectoria de los académicos, sino que con generosidad personal e institucional, como la única posibilidad que tiene la Universidad para asegurar la sustentabilidad de la cadena vital de la academia y, por ende, su propia proyección futura. Las ideas que someteré a consideración del Consejo Superior son del siguiente tenor:

a) Incentivar el desempeño de excelencia mediante una política de mejoramiento de remuneraciones asociada a condiciones de acreditación de calidad y de compromiso con las tareas de las unidades respectivas, en un proceso que esté acorde con las capacidades financieras de la institución y de las unidades, pero que marque una tendencia hacia un aumento sistemático para llegar a retribuir con justicia el gran compromiso de nuestros académicos.

b) Establecer como requisito de ingreso a la carrera académica de jornada completa el que las personas tengan el grado de doctor o su equivalente, o que se comprometan a iniciar en el corto plazo los estudios conducentes a ese nivel de formación. Incorporar a una persona a la carrera académica de jornada completa es una de las decisiones más importantes de la universidad, para lo cual se deben contemplar concursos con criterios de validez transversal.

Al exponer estas medidas hago realidad mi compromiso de transparencia y respeto a la comunidad universitaria, a la vez que reclamo de todos sus miembros la mayor generosidad para contribuir a este proceso de recuperación histórico de nuestros cuadros académicos.

NUESTRA IDENTIDAD NO ES NEGOCIABLE

Si hoy estamos aquí celebrando este aniversario es porque le damos valor a la tradición. Somos lo que somos por lo que hemos sido. Y hoy, cuando observamos el panorama de la educación nacional, nos llama la atención la distancia y hasta el desprecio que se manifiesta en ocasiones por la educación superior olvidándose de que la educación superior ha sido uno de los pilares históricos de nuestro desarrollo, y de cuyas aulas provienen muchas de las grandes figuras del país.

Ninguna política abstracta hecha desde los informes de expertos podrá tener éxito si no toma en cuenta nuestras tradiciones, si quiere dejar de lado lo que ha sido la Universidad, Invitamos a respetar nuestra propia historia, a ser fieles a las marcas de identidad que nos han construido como Nación y que sitúan a la educación superior en un lugar central.

COMENTARIOS FINALES

Quienes hemos vivido, gracias a esta universidad, en ambientes no discriminatorios, y hemos disfrutado de ese bien, por lo demás sin costo, que es el pluralismo, sabemos que aprender y enseñar son dos motores de la vida. Gracias a la educación nos hemos transformado en personas plenas, gracias a la educación hemos aprendido a entender a quienes no son iguales a nosotros. Practicada con sentido humanista, la educación es progreso, es diálogo, es convivencia, es inteligencia, es cohesión, es creación, es innovación, es avance tecnológico, es conocimiento, es pensamiento crítico, es libertad, es desarrollo personal, es igualdad de oportunidades.

La educación que tenemos es la sociedad que proyectamos. Por eso no me gusta la educación que hoy tenemos en nuestro país, porque no me gustan las inequidades de la sociedad que proyectamos, y ese es nuestro papel de responsabilidad social.
Al celebrar sus 24 años de vida, la Universidad Tecnológica Indoamérica anhela que su aniversario 25 la encuentre con un nuevo trato entre el sistema universitario y el Estado, que le permita seguir cumpliendo a cabalidad con la misión que el mismo Estado le encomendó al fundarla. Amartya Sen, Premio Nóbel de Economía 1998, ha dicho: "Ser, es tener la ilusión de un destino…El de una comunidad benévola que se multiplica sin imposiciones". El origen y destino de la Universidad siempre ha sido inseparable del país. Ningún régimen de gobierno, ni ordenamiento jurídico, ni política de financiamiento la ha eximido de esta condición. ..... Jamás.

Quisiera concluir, haciendo referencia en esta celebración, pensando que la Universidad tiene algo de quijotesco cuando este personaje dice: Don Quijote soy, y mi profesión, la de andante de caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato? ¡Muchas Gracias!